miércoles, 5 de septiembre de 2007

El último hombre

¿Y si tú fueras el último hombre?
¿acaso dejarías
que el mar me sumerja
que me cubra y oculte?


¿Quién se irá conmigo?
¿Quién acepta morir al mirarme?
No existir
¿Dejarías que el mar
ni muerto,
me transforme en pura sal
seré el humo azul
que mi ropa fuese
que el viento del sur
un mensaje de nadie
cantó.
En la playa abandonada
¿Quién se irá
al lado del vacío helado
conmigo?
de las piedras...?
¿Quién acepta morir al mirarme?
y vestir
de lluvia,
seré el humo azul
que el viento del sur
cantó...
(Canción del último hombre, Congreso, "Los fuegos del hielo" 1992)




Los Onas suponen que en las variadas fases de la luna hay seres ocultos enemigos de los hombres que les causan mayor pavor.













La historia cuenta la verdad y el sueño; la instalación y la muerte a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, de la inmensa mayoría de los aborígenes del sur del planeta.
La historia narra y transita desde los límites sagrados del sur profundo hasta
Nuestros corazones y conciencias. Nos habla esta historia
, tatuada en los cuerpos se ofrece y nos invita a efectuar una arqueología
Amorosa, que debemos saber descifrar...Bailan los sueños, los anhelos, las
Desdichas...y las equivocaciones; danzan quienes no estarán para decirnos con
Voz grave, como debiera decirse...vida-mar-amor-ternura-o muerte en
AONIKENK, YAMANA, SELKNAM o KAWESHKAR...
Ellos, los “Fueguinos”, desconocidos porque no constituyeron imperio poderoso,
Vilipendiados por viajeros y exploradores, exterminados por los hombres...
Ellos, los más olvidados en esta hora de reflexión.
Son ellos quienes se alzarán desde el museo, desde la playa helada,
Desde todas partes donde el viento y la lluvia los borrara; se alzarán,
Ojalá vivos como antes, para advertirnos del la posibilidades de la paz,
Del amor, del encuentro fraterno que debiera existir
Entre los seres humanos.










Fuentes: ser indígena - sitio Congreso